Hacía mucho tiempo que no escribía en este mi
antiguo blog, pero sencillamente la mañana de hoy lo amerita.
Deje de escribir sobre la cotidianidad porque se convirtió en una
queja perenne, en una molestia, y de alguna forma decidí dejar de
quejarme (al menos por escrito) y tratar de reforzar lo positivo, de
allí que haya comenzado las iniciativas que desde hace un tiempo han
podido seguir...
Hoy ya no se cual es el sentimiento, ya no se que es
lo que se siente cuando recibes noticias como la de esta mañana...
"Mueren dos policías de Baruta mientras frustraban un
secuestro, uno de ellos, José Palma; el otro, su compañero..."
Se preguntarán y dirán, "¿ por qué lo
afecta ?, esto ocurre todos los días..."
El domingo pasado, tuve un percance con mi carro,
eran las 9:00 PM, transitaba sobre la prados del este con mi hija y
el carro decidió que no rodaría más, tuve que parar... piensas en
los miles de cuentos, las miles de anécdotas, motos van y motos
vienen; es imposible no pensar cosas como "hoy me toca a
mi, es muy posible que pase a formar parte de la estadística".
No soy dado a relacionarme con la policía ni con ninguna fuerza
pública, 15 años de abusos y malas experiencias (no personales,
pero si de tus conocidos) hacen que dudes en todo momento en
contactarlos, siempre tienes el temor de que sea peor un policía que
un malandro; y más cuando en esa misma semana, la policía nacional
asentada en Altamira impunemente me matraqueó en plena luz del día
ante los ojos ciegos de todo el mundo. Todo se te revuelve, la
impotencia, la arrechera, la indignación, el miedo, pero nada es más
fuerte que el sentido de supervivencia que se activa mientras ves la
cara de tu hija cuando te pregunta: "Papá, ¿ que vamos a hacer
?, de inmediato anulas los sentimientos que estorban, liberas la
adrenalina y comienzas a tomar acciones, el celular se convierte en
tu primera herramienta y haces las llamadas de rigor, entre esas
llamadas mi esposa me recuerda que hace un par de días recibimos un
mail con los números de teléfono de los cuadrantes de nuestro
municipio, ¿ por que no llamamos ?. En paralelo, mientras el
seguro trata de pescar alguna grua -según cuenta el gruéro solo
estaban trabajando 3 en toda caracas y ademas atienden a Guarenas-,
decidimos llamar a la policía, era un número celular, atiende
directamente un funcionario de polibaruta que iba a bordo de su
patrulla, era José Palma, le explicamos la situación: varados, poca
luz, autopista solitaria, acompañado de una menor... y en no mas de
dos minutos (si 2, 120 segundos) José llegó al lugar junto a su
compañero, recién tomaban su turno. Hacen preguntas de rigor,
tratan de auxiliar, nos damos cuenta que definitivamente es mejor
esperar una grua que seguir mientras ellos me escoltan y comienzan de
inmediato a tomar acciones; un sujeto sospechoso que acechaba desde
hacia unos 20 minutos es abordado por ellos y lo hacen circular;
mientras espero la grúa, deciden acompañarme y se plantan en el
sitio.
Por esa mala costumbre que tenemos los venezolanos,
o al menos yo, comenzamos a conversar y a divagar sobre las cosas de
la vida, cuentas sus anécdotas, yo las mías, dan sus
recomendaciones, son cientos de cosas que te dejan con la boca
abierta... les pregunto, ¿ cómo pueden ser policías en un país
como el nuestro ?, en una ciudad como Caracas... Y su compañero
respondió, "sencillamente nos toca, alguien debe hacer algo,
usted tiene que entender dos cosas, los choros salen a hacer su
trabajo y lo hacen muy bien, el nuestro es tratar de frenarlos y
hacerlos que ese día fracasen, pero solos no podemos ustedes también
deben tratar de cuidarse"; y de esa frase arrancó una
larga conversa que demoró alrededor de unos 40 minutos; sonrientes,
decentes, educados, este par no parecían policías (perdón por
quienes son honestos y al igual que ellos respetaban su oficio, pero
es el concepto que tenemos en este país) y ese día, cambiaron mi
percepción, al menos de la policía de Baruta, ese día comenzaba a
creer que si es posible medio enderezar las cosas en este país, "aun
queda gente decente que puede ayudar a arreglar este desbarajuste",
me dije.
La grúa llegó, un inmenso "GRACIAS"
acompañado de un fuerte apretón de manos y la sonrisa de mi hija
fascinada "con la policía que nos cuido" (como ella
contaba un par de horas después) fueron la única recompensa que
recibieron de nuestra parte esa noche.
Ayer, por cosas de la vida y por la falta de
repuestos de calidad -no hace falta que les cuente el porque- el
carro vuelve a fallar y se repite la misma escena, esta vez rodando
por los caminos verdes -aunque deberíamos cambiarle el color a
rojos- y la situación era mas tensa, repetimos el procedimiento y al
llamar recibimos esta respuesta: "dennos un segundo, estamos en
medio de una situación de secuestro", pasan los minutos, y la
zona cambia de color, se siente tensión, mucho movimiento y un
motorizado nos da una alerta "no estén aquí parados junto a
los carros, si pueden irse váyanse", asumiendo el riesgo,
decidí rodar, las niñas duermen en el asiento trasero, ya es muy de
noche, esta ves -o mejor dicho nuevamente- la suerte esta de nuestro
lado y llegamos a casa sin mayor problema, pensar en las
recomendaciones de aquel par de policías y en sus anécdotas me
motivaron a tomar una decisión que por el resultado puedo decir hoy,
fue la correcta.
Esta mañana enciendo la radio, inicio mi rutina
como todos los días, está hablando el alcalde... está contando
acerca del secuestro frustrado el día de ayer... cuenta en detalle
todo lo ocurrido... recuerdo solo esta parte del relato, "los
secuestradores al verse acorralados en la autopista, deciden dar
vuelta en U, y condujeron en sentido contrario por impactando
de frente a la patrulla que los seguía, los funcionarios no pudieron
abandonar la patrulla luego del impacto y murieron calcinados...";
vibra mi celular y un mensaje en mi wathsapp decía "los
policías muertos en el incidente del secuestro de esta madrugada son
los que te auxiliaron el domingo"...
No puedo decir que lloré, pero se me arrugo algo,
la sensación fue terrible, aquel par de "muchachos"
murieron haciendo "lo que les tocaba hacer" -como lo
dijeron aquel día-, reviso en las noticias y eran efectivamente José
y su compañero... todo coincidía, aquel domingo me decía: "mañana
entregamos turno a las 7:00 AM, dormimos parte del día y el martes
por la noche, nos toca nuevamente"; solo Dios sabía que sería
su último turno...
Mi sensación, esa que no se describir, no es por
ellos, sino por sus chamos, tras la muerte de ellos dos, quedan
huérfanos una niña de meses y a un chamo de unos 5 años -según
conversamos aquella noche-; a diferencia de Maya -la hija de Mónica
Spears- las mises no abrirán un fideicomiso para garantizar su
educación, nadie llorará a sus padres, sus abuelos no tienen ni el
dinero ni los medios para sacarlos de este infierno y que Mickey y el
tío San mitiguen el dolor de todo lo que esto implica; lo peor, sus
padres no son famosos y no se castigará a nadie y la vida continuará
como si nada hubiese sucedido. Mi sensación es por ver como la
impunidad reina en un país, donde el cupo electrónico es más
importante que la vida; donde los estudiantes son reprimidos y
trasladados en helicópteros militares a centros de reclusión,
mientras que a los malandros se les otorgan zonas de paz; un
país donde encontrar mostaza es noticia; un país donde cambiamos
pistolas de alto calibre por "Canaimitas"; una nación que
se convirtió en un circo lleno de payasos como Roque Valero que solo
tratan de generar controversia para ganar la popularidad que su
talento no fué capaz de darles.
Hoy mi sentimiento no tiene nombre, pónganle el que
quieran...
Solo les pido un favor, ya no quiero escuchar más
frases derrotistas y conformistas, "perdiendo se gana", "el
tiempo de ...", "va a caer, porque...", "veremos
un nuevo amanecer..." bla, bla, bla...
Hoy solo tuve fuerzas para hacer una cosa, mirar al
cielo y preguntar, "¿ El tiempo es perfecto para quien bro
?..." -apenas y pude hacer una foto- y esta fue la respuesta...
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo. No viví lo que tú sí en días pasados, pero mi indignación de esta mañana al enterarme de la noticia fue el saber de la muerte injusta de los 2 oficiales de Polibaruta.
Gracias por escribir Mónica, lamentablemente es nuestro día a día, lo triste es saber que nos estamos acostumbrando...
Que lamentable suceso, que triste es pensar que nos sentimos tan desprotegidos, sin garantía a la vida, con la inseguridad que se desborda día a día tras los sucesos como este, y que por mas que queremos ser optimistas, vivimos lo contrario. Me solidarizo a sus familias por el dolor que los embargan, Dios consuele sus almas.
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