sábado, 15 de febrero de 2014

Aunque quizás nunca lo leas, lo escribo de todas formas, pues, "por ahora" aún tengo el derecho y quiero hacerlo




Nunca he sido un fan de Gustavo Dudamel, reconozco que tiene su talento, pero su doble discurso -a mi criterio- me hace estar dejos de admirarlo.

Tengo amigos comunes con él, lo admiran, lo quieren, lo justifican; siempre que surge el tema, prefiero salirme de la conversación o sencillamente retirarme para no generar controversia ni pasar un mal rato, pues no comparto sus opiniones.

Mi opinión acerca de este "prodigio Venezolano", no se generó por los hechos recientes, viene de hace unos cuantos años atrás, cuando ataviado con su "Polo Lacoste" rojo aparecía en lo que traba de ser un documental, y digo trataba, porque realmente era un comercial, que tenía el único fin de vendernos una idea: "la revolución del comandante" es lo mas grande y  gracias a ella funcionaba el sistema.

Después de estos días que está viviendo mi país, mi indignación ya no puede esconderse más, sencillamente debo decir lo que pienso.

Gustavo, mi estimado, puedes tener el talento más grande del planeta -no lo pongo en duda-, pero para poder ser un gigante debes primero "ser gente", si gente, hablo de tener un corazón, de ser congruente con la paz que varias veces te he leído mencionar; es cierto, eres talentoso, pero no solo en el mundo musical, también eres el padre de las excusas, "El Sistema" se convirtió en tu "Cuarta República", en tu "Guerra Económica", en "Tu Imperio", pues sencillamente cada vez que deberías fijar posición acerca de lo que acá en esta tierra pasa, lo usas como escudo, como una excusa para justificar tu conveniente silencio.

Supongo quedo ser considerado un hombre de ciencia, la vida, gracias a la universidad, el trabajo duro y la experiencia, me enseñó a hablar y entender de números, y como todo el que cree en la ciencia, soy amante de los resultados; de verdad mi estimado, los números no me dan, sigo sin entender la rentabilidad de "El Sistema".

Desconozco totalmente la cantidad exacta de jóvenes que se han beneficiado a lo largo de todas las décadas que tiene funcionando el sistema, según leí, son alrededor de 400.000, pero me atrevo a apostar cualquier cosa, que si haces una comparativa versus la cantidad de venezolanos que han perdido la vida en manos de la violencia en estos 15 años y todos aquellos quienes han sido atracados, violados, reprimidos, burlados y un gran etcétera,  gracias a la ineficiencia de quienes hoy muy convenientemente no disientes, esos 400.000 jóvenes son muchísimos menos; para tu información, este país tiene ya cerca de 30 millones de habitantes y 400.000 jóvenes son apenas el 1,3%.

Me gustaría entenderte, eres una persona con un talento increíble, no tienes necesidad de ser un cómplice silente de todo esto; no esperaría que tomes una bandera y salgas a la calle, como dignamente lo hacen nuestros jóvenes hoy en día mientras son masacrados por los grupos armados a los cuales "transitivamente" dedicas tus conciertos.  Trato de entenderte, puesto a que esto de declararse revolucionario de último minuto -o de no disentir convenientemente- se convirtió en una moda dentro del gremio artístico de nuestro país, y esta bien, puedo entenderlo en aquellos quienes no tenían mayores talentos y que muy posiblemente no llegarían a lograr mayores cosas en sus vidas, pero ¿ tu ?, el Director de la Filarmónica de Los Ángeles, perdón, pero no lo entiendo.  ¿ Cómo puedes adornar las veladas de magnates en el imperio que tanto critica el financista de tu sistema ?, ¿ sabes que sería digno de admirar ?, que tu sueldo -ese de la filarmónica- lo donases a "El Sistema", eso sí, repatriando como se debe por medio del Banco Central a tasa oficial, como estoy seguro que un hombre de tu intachable comportamiento neutro lo hace cada vez que trae algo de dinero a este país que escasamente visitas; eso jamás lo pondré en duda, tu comportamiento, el de hacer siempre lo moralmente correcto en pro del país y el sistema, así lo asegura.

Alguna vez fui músico, mi madre se encargó de darme la opción, como tú también nací en Barquisimeto, pero la vida me condujo por otro camino, un camino que decidí transitar, los bits y los bytes se hicieron mi vida; también estudié diseño, y el diseño trajo el arte a mi vida, y este a su vez trajo consigo la pasión por la fotografía; fui petrolero, gracias a la debacle del 2002 me hice siderúrgico, trabajé fuera de mi país y regresé; acá trato de criar a mis hijas; trato de aportar mi grano de arena para que este, "El Verdadero Sistema", el país, salga adelante. Al igual que tú, tengo 33 años, y en todo lo que he hecho en mi vida, tengo la dicha de no contar con el hecho de haber bajado la cabeza o de "jalarle" -si, así, con jota (J)- a nadie, aún cuando estoy seguro de que las cosas hubiesen sido muchísimo más sencillas y más rentables; para que te hagas una idea, fui un digno renglón de aquella famosa lista, si esa, la que tanto daño hizo en nuestro país y que hoy "convenientemente" ya nadie recuerda.

Tendrás todo el talento, pero lo siento, considero que jamás podrás mirar a los ojos a ningún venezolano de los que se indignaron mientras que a sus hijos los masacraban en las calles, y tu ayudabas en aquella cortina de humo que buscaba tapar la realidad agitando tu batuta.

¿ Sabes cual es el mayor logro que puede tener un venezolano ?, poder mirar a los ojos a otro y decirle: Yo soy digno de este país, ¿ y tu ?.  Trata de responderte esa pregunta, hazlo mirándote a los ojos frente al espejo; no tienes porque hacer pública la respuesta, pero haz el ejercicio.

Se que este es uno de otros tantos textos que posiblemente jamás leas; y que si llegas a hacerlo, muy probablemente te hagas de oídos sordos, pues ustedes, se han caracterizado por aquello de que "águila no casa mosca".

Te deseo el mayor de los éxitos mientras continuas llevando el "Ritmo del Mambo" por el mundo, pero por favor, respeta nuestras caras y no esperes que te admiremos mientras en nuestro país, el mismo que te vio nacer, lo único que suena es una marcha fúnebre semana a semana mientras siguen cayendo cientos de venezolanos en las calles a manos de la violencia.  Nos hemos convertido en un absurdo, estamos cerca de llegar a entender el beneficio de aquello que dice la canción: "Que útil será el luto cuando se vuelva perenne".

Nuevamente mis respetos por tu talento y mi total desacuerdo a tu conveniente posición neutral.

Así es la vida.

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